conmemorado el 16 de agosto.
El Traslado del Icono “No Hecho por Manos de Hombre” de nuestro Señor, Dios y Salvador Jesús Cristo, desde Edesa a Constantinopla ocurrió en el año 944. Eusebio, en su Historia de la Iglesia (I:13), relata que en el tiempo en que el Salvador predicaba, Abgar era el gobernante de Edesa. Fue herido con lepra en todo su cuerpo. Los informes de los grandes milagros realizados por el Señor se extendieron por toda Siria (Mt 4:24) e incluso llegaron a Abgar. Sin haber visto al Salvador, Abgar creyó en Él como el Hijo de Dios. Él escribió una carta pidiéndole que viniera y lo sanara. Envió a su propio retratista Ananías a Palestina con ésta carta y le encargó pintar una imagen del Divino Maestro.
Ananías arribó a Jerusalén y vio al Señor rodeado de mucha gente. No pudo acercarse a Él debido a la gran multitud que se había reunido para escuchar al Salvador. Luego se alzó sobre una roca alta y trató de pintar el retrato de Cristo desde lejos, pero éste intento se frustró. Entonces el Salvador lo vio, lo llamó por su nombre y le dio una breve carta para Abgar en la que alabó la fe del gobernante. También prometió enviar a su discípulo para curarlo de su lepra y guiarlo a la salvación.
Entonces el Señor pidió que le trajeran un poco de agua y un paño. Después de lavar Su Rostro, lo secó con el paño, y Su Rostro Divino quedó impreso en él. Ananías llevó consigo el lienzo y la carta del Salvador a Edesa. Con reverencia, Abgar allegó el sagrado lienzo a su rostro y recibió una curación parcial. Sólo quedó un pequeño rastro de la terrible aflicción hasta la llegada del discípulo prometido por el Señor. Éste fue san Tadeo, Apóstol de los Setenta (21 de agosto), quien predicó el Evangelio y bautizó a Abgar y a toda la gente de Edesa. Abgar colocó el Sagrado Lienzo sobre una tabla y dispuso en derredor suyo un marco dorado adornado con perlas. Luego lo emplazó en un nicho sobre las puertas de la ciudad. En el portal de entrada que se alzaba sobre el Icono, inscribió las palabras: “Oh Cristo Dios, ninguno de cuantos en ti esperan será avergonzado”.
Durante muchos años, los habitantes tenían la piadosa costumbre de inclinarse ante el Icono cada vez que salían de las puertas. Más tarde, uno de los bisnietos de Abgar, que gobernaba Edesa, cayó en la idolatría y decidió quitar el Icono de la muralla de la ciudad y reemplazarlo por un ídolo. En una visión, el Señor ordenó al obispo de Edesa que ocultara Su Icono. El obispo vino de noche con su clero, encendió una lámpada ante el Icono, colocó un azulejo de cerámica sobre el Icono para protegerlo, y luego selló el nicho con ladrillos.
Con el paso del tiempo, la gente se olvidó del Icono. Pero en el año 545, cuando el emperador persa Chozroes I sitió Edesa, y la situación de la ciudad parecía desesperada, la Santísima Theotokos se apareció al obispo Eulabio y lo ordenó remover el Icono del nicho sellado, diciendo que salvaría a la ciudad del enemigo. Cuando abrió el nicho, el obispo descubrió el Santo Mandylion (del griego, “lienzo”, “paño”), y la lámpada aún ardía ante el Icono, y se produjo una copia exacta sobre el azulejo que protegía el Icono.
Los persas encendieron un gran fuego fuera de las murallas de la ciudad. El obispo Eulabio portó el Icono “No Hecho por Manos de Hombre” alrededor de las murallas de la ciudad y un viento violento devolvió las llamas a los persas. El derrotado ejército persa se retiró de la ciudad.
En su Historia de la Iglesia, el escritor del siglo VI Evagrios Scholastikos se refiere al Santo Mandylion (o Lienzo) como El Icono hecho por Dios.
En el año 630 los árabes se apoderaron de Edesa, pero no impidieron la veneración del Santo Lienzo, cuya gloria se había extendido por todo Oriente. En el año 944, el emperador Constantino Porphyrogenitos (912-959) deseó trasladar el Icono a Constantinopla, por lo que pagó un rescate al emir de la ciudad por él. Con gran reverencia, el clero llevó a Constantinopla el Icono “No Hecho por Manos de Hombre” del Salvador, así como la carta que escribiera a Abgar.
El 16 de agosto, se colocó el ícono del Salvador en la iglesia de Pharos de la Santísima Theotokos. Hay varias tradiciones sobre lo que sucedió después con el Icono “No Hecho por Manos de Hombre”. A decir de una, los cruzados lo robaron durante la ocupación de la ciudad de Constantinopla (1204-1261), pero la nave en la que se llevó el objeto sagrado pereció en las aguas del Mar de Mármora.
Según otra tradición, el Icono “No Hecho por Manos de Hombre” fue transportado a Génova en 1362, donde se conserva en un monasterio dedicado al Apóstol Bartolomé. Se sabe que el Ícono “No Hecho por Manos de Hombre” produjo repetidamente copias exactas de sí mismo. Uno de estos, llamado “Sobre el Azulejo”, se hizo cuando Ananías escondió el Icono en la pared en su camino a Edesa. Otro, impreso en una capa, terminó en Georgia. Posiblemente, las diversas tradiciones sobre el Icono original se explican por la existencia de varias copias exactas.
Durante la época de la herejía iconoclasta, los defensores de los iconos sagrados, que derramaron su sangre por ellos, cantaron el Tropario al Icono “No Hecho por Manos de Hombre”. Como prueba de la validez de la veneración de iconos, el Papa Gregorio II (715-731) envió una carta al emperador bizantino, en la que mencionaba la curación de Abgar y la permanencia del Icono “No Hecho por Manos de Hombre” en Edesa como un hecho comúnmente conocido.
El Icono “No Hecho por Manos de Hombre” se colocó en los estandartes del ejército ruso para protegerlos del enemigo. En la Iglesia Ortodoxa Rusa es una costumbre piadosa que un creyente lea el Tropario del Icono “No Hecho por Manos de Hombre” al entrar al templo, junto con otras oraciones.
Según el Prólogo, se conocen cuatro Iconos “No Hecho por Manos de Hombre” de nuestro Señor, Dios y Salvador Jesús Cristo:
Icono original de Abgar en Edesa (16 de agosto).
El de Kamuliana, mencionado por san Gregorio de Nisa (10 de enero).
Según san Νikόdēmos de la Montaña Sagrada (14 de julio), el Icono Kamuliana apareció en el año 392, pero se asemejaba a un icono de la Madre de Dios (9 de agosto).
Durante el reinado del emperador Tiberio (578-582), Santa María Sinclética (11 de agosto) fue sanada por el Icono “Sobre el Azulejo” (16 de agosto).
La Fiesta del Traslado del Icono “No Hecho por Manos de Hombre” se observa junto con la Fiesta Posterior a la Dormición de nuestra Gloriosa Señora la Santísima Madre de Dios y Siempre Virgen María. La conmemoración del tercer ícono no hecho a mano mencionado anteriormente se llama “El Salvador Sobre Tela de Lino”.
La particular reverencia por ésta Fiesta en la Iglesia Ortodoxa Rusa también se expresa en la iconografía, pues el Icono “No Hecho por Manos de Hombre” fue uno de los más ampliamente distribuidos.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2023). Translation of the Image “Not-Made-By-Hands” of our Lord Jesus Christ from Edessa to Constantinople, the Third “Feast of the Savior in August”. New York, Estados Unidos: OCA.
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