conmemorados el 17 de mayo.
Los Santos Apóstoles de los Setenta Andrónico y Junía eran parientes del Santo Apóstol Pablo. Laboraron mucho predicando el evangelio a los paganos. San Pablo los menciona en su Epístola a los Romanos: “Saludad a Andrónico y a Junía, mis parientes, y mis compañeros en la cautividad, los que son insignes entre los apóstoles; los cuales también fueron antes de mí en Cristo.” (Rm 16:7).
San Andrónico fue nombrado obispo de Panonia, pero su predicación también los llevó a él y a Santa Junía a otras tierras, lejos de los límites de su diócesis. Merced al empeño de los Santos Andrónico y Junía, la Iglesia de Cristo se fortaleció, los paganos se convirtieron al conocimiento de Dios, muchos templos paganos cerraron sus puertas y en su sitio se edificaron iglesias cristianas. El servicio en honor de estos Santos afirma que sufrieron el martirio por Cristo.
En el siglo V, durante el reinado de los emperadores Arcadio y Honorio, sus santas reliquias fueron descubiertas, junto con las reliquias de otros santos mártires, en las afueras de Constantinopla, a la puerta de Evgénios (22 de febrero).
Se reveló al piadoso clérigo Nicolás Kalligraphos que entre las reliquias de éstos diecisiete mártires se encontraban las reliquias del Santo Apóstol Andrónico. Posteriormente, en éste lugar se construyó una magnífica iglesia.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2023). Apostle Andronicus of the Seventy and his fellow-laborer, Junia. New York, Estados Unidos: OCA.
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