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HIEROMÁRTIR PROTERIO, PATRIARCA DE ALEJANDRÍA

conmemorado el 28 de febrero.


El Santo Presbítero Proterio vivió en Alejandría en tiempo del sucesor de san Cirilo, el heresiarca Dióscoro (444-451), partidario de la herejía monofisita de Eutiques. Proterio denunció sin temor a los herejes y confesó la fe ortodoxa.

En el año 451, en el Cuarto Concilio Ecuménico de Calcedonia, se condenó la herejía de Eutiques y se expuso la enseñanza de Cristo como Perfecto Dios y Perfecto Hombre, declarando que se ha de reconocer a uno solo y el mismo Cristo Jesús, Hijo Unigénito y Verbo de Dios:


En dos naturalezas, sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación, en modo alguno borrada la diferencia de naturalezas por causa de la unión, sino conservando, más bien, cada naturaleza su propiedad y concurriendo en una sola persona y en una sola hipóstasis, no partido o dividido en dos personas, sino uno solo y el mismo Hijo unigénito, Dios Verbo Señor Jesucristo, como de antiguo acerca de Él nos enseñaron los profetas, y el mismo Jesucristo, y nos lo ha trasmitido el Símbolo de los Padres.

 

El hereje Dióscoro fue depuesto y exiliado, y Proterio, distinguido por su vida estricta y virtuosa, tomó su lugar en el trono patriarcal de Alejandría.

Con todo, numerosos partidarios del infame Dióscoro permanecieron en Alejandría. Los pobladores de la ciudad, rebelándose contra la elección de Proterio, se amotinaron y prendieron fuego a los soldados que habían sido enviados para pacificarlos. El piadoso emperador Marciano (450-457) privó a los alejandrinos de todos los privilegios a los que estaban acostumbrados y envió nuevos y reforzados destacamentos de soldados. Los ciudadanos se serenaron, y solicitaron al patriarca Proterio su intercesión ante el emperador para que sus antiguos privilegios les fueran devueltos. En su gran generosidad, el Santo consintió y obtuvo de inmediato su petición.

Después de la muerte de Marciano, los herejes volvieron a levantar la cabeza. El presbítero Menigno (“el Gato”), que pugnaba por la dignidad patriarcal y se aprovechó de la ausencia del prefecto de la ciudad, encabezaba a los alborotadores.

San Proterio decidió abandonar Alejandría, pero esa noche vio en sueños al Santo Profeta Isaías, diciendo: “Retorna a la ciudad, te espero para llevarte”. El Santo se dio cuenta de que se trataba de un anuncio de su fin martírico. Regresó a Alejandría y se ocultó en un baptisterio. Los necios herejes irrumpieron en éste refugio y asesinaron al Patriarca y a seis hombres que estaban con él. El hecho de que fuera Sábado Santo y se estuviera cantando el Canon de Pascua no los detuvo. En su aborrecimiento insano ataron una cuerda al cuerpo del patriarca asesinado y lo arrastraron por las calles. Lo azotaron y laceraron, y finalmente lo prendieron fuego, esparciendo sus cenizas al viento.

Los ortodoxos informaron de ésto al Santo Emperador León (457-474) y a san Anatolio, Patriarca de Constantinopla (3 de julio). Un ejército entró en Alejandría, sofocando la rebelión y conduciendo a Menigno al juicio y al exilio.

Con respecto al deceso del Hieromártir Proterio, cuatro obispos tracios de su tiempo escribieron: “Consideramos a Su Santidad Proterio entre las filas y el coro de los Santos, y rogamos a Dios que sea compasivo y misericordioso con nosotros a través de sus oraciones”.



REFERENCIAS

Orthodox Church in America. (2025). Hieromartyr Proterius, Patriarch of Alexandria. New York, Estados Unidos: OCA.

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