HIEROMÁRTIR HERMÓGENES, PATRIARCA DE MOSCÚ Y TAUMATURGO DE TODA RUSIA
- monasteriodelasant6
- 17 feb
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conmemorado el 17 de febrero.

El Hieromártir Hermógenes, Patriarca de Moscú (ru. Гермоген, патриарх Московский) y Taumaturgo de Toda Rusia, nació en Kazán cerca del año 1530 y descendía de los cosacos del Don. Según palabra del propio patriarca, ejerció como sacerdote en Kazán, en la iglesia dedicada a san Nicolás (6 de diciembre y 9 de mayo), cerca del bazar de Kazán. Se tonsuró monje y, a partir del año 1582, fue archimandrita del Monasterio de la Transfiguración del Salvador de Kazán. El 13 de mayo del año 1589 fue consagrado obispo y se convirtió en el primer metropolitano de Kazán.
Siendo él presbítero en la Iglesia de San Nicolás, en el año 1579 se descubrió en Kazán el milagroso icono de la Madre de Dios (8 de julio). Con bendición del arzobispo de Kazán, Jeremías, llevó el icono recién aparecido desde el sitio de su descubrimiento a la Iglesia de San Nicolás. El Santo, que poseía un talento literario extraordinario, en el año 1594 compiló un relato en el que describía la aparición del icono milagroso y los milagros obrados a través de él. En el año 1591, el Santo reunió a los tártaros recién bautizados en la iglesia catedral y por varios días los instruyó en la fe.
Las reliquias de san Germán, segundo arzobispo de Kazán (25 de septiembre, 6 de noviembre y 23 de junio), que durmió en el Señor en Moscú el 6 de noviembre del año 1567 durante una plaga, fueron trasladadas y enterradas en la Iglesia de San Nicolás en el año 1592. Con la bendición del patriarca Job (1589-1605), san Hermógenes inhumó las reliquias en el Monasterio de la Dormición de Sviyazhsk (ru. Свияжск).
El 9 de enero del año 1592, san Hermógenes dirigió una carta al Patriarca Job, en la que solicitaba su consentimiento para conmemorar en su Sede de Kazán a aquellos soldados ortodoxos que dieron su vida por la Fe y la nación en una batalla contra los tártaros. En el pasado, era costumbre introducir en los dípticos los nombres de todos los guerreros ortodoxos caídos en batalla y conmemorarlos.
Al mismo tiempo, mencionó a tres mártires que habían sufrido en Kazán por su fe en Cristo, uno de los cuales era un ruso de nombre Iván (24 de enero), nacido en Nizhni Nóvgorod y capturado por los tártaros. Los otros dos, Stepan y Pyotr (24 de marzo), nuevos conversos tártaros.
El Santo expresó su pesar por el hecho de que éstos mártires no se insertaran en los dípticos leídos el Domingo de la Ortodoxia y que no se cantara por ellos el himno “Memoria Eterna”. En respuesta a san Hermógenes, el Patriarca emitió un decreto el día 25 del mes de febrero, diciendo: “celébrese en Kazán y en todo la metrópoli de Kazán un Panikhída por todos los soldados ortodoxos muertos en Kazán y los alrededores de Kazán, el sábado siguiente a la Fiesta de la Protección de la Santísima Theotokos (1° de octubre), e inscribirlos en el gran Synodikon leído el Domingo de la Ortodoxia”, y también ordenó que los tres mártires de Kazán fueran inscritos en el Synodikon, concediendo a san Hermógenes el fechado de su memoria. San Hermógenes hizo circular el decreto patriarcal por toda su diócesis y exigió que todas las iglesias y Monasterios celebraran Liturgias, Panikhídas y Litiyás (procesiones de intercesión) por los tres mártires de Kazán el día 24 de mes de enero.
San Hermógenes mostró celo en la fe y firmeza en la observancia de las tradiciones de la Iglesia y se dedicó a la iluminación de los tártaros de Kazán en la fe de Cristo.
En el año 1595, con la participación de san Hermógenes, se descubrieron y exhumaron las reliquias de los Taumaturgos de Kazán, san Gurias, primer arzobispo de Kazán (4 de octubre, 5 de diciembre, 20 de junio), y san Barsanufio, obispo de Tver (4 de octubre, 11 de abril). El zar Teodoro Ivánovich (1584-1598) había mandado que en el Monasterio de Kazán del Salvador y la Transfiguración se erigiera una nueva iglesia de piedra en el sitio de la primera, donde yacían enterrados los Santos. Cuando se descubrieron las tumbas de los Santos, san Hermógenes arribó con un grupo de clérigos. Solicitó que se abrieran las tumbas y, cuando vio las reliquias y las ropas incorruptas de los Santos, notificó al patriarca y al zar. Con la bendición del patriarca Job y por orden del zar, las reliquias de los taumaturgos recién aparecidos fueron colocadas en la nueva iglesia. El propio San Hermógenes recopiló las vidas de los jerarcas Gurias y Barsanufio.
El Metropolitano Hermógenes, considerado digno del trono patriarcal, fue elegido para la sede primada y el día 3 del mes de julio de 1606 fue instalado como patriarca por la asamblea de los Santos Jerarcas en la Catedral de la Dormición de Moscú. El Metropolitano Isidoro entregó al patriarca el báculo del Santo Jerarca Pedro, Taumaturgo de Moscú (5 de octubre, 21 de diciembre, 24 de agosto), y el zar lo obsequió una Panagía adornada con piedras preciosas, un klobuk blanco y un báculo. A la antigua usanza, el Patriarca Hermógenes hizo su entrada montado en un burro.
La actividad del patriarca Hermógenes coincidió con un período difícil para el estado ruso: la aparición del falso zarévich Demetrio y del rey polaco Segismundo III. El Santo jerarca dedicó todos sus poderes al servicio de la Iglesia y de la nación. El Patriarca Hermógenes no estaba solo en ésta proeza: sus abnegados compatriotas siguieron su ejemplo y lo auxiliaron. Con especial inspiración, Su Santidad Hermógenes se enfrentó a los traidores y opositores de la nación, que deseaban difundir el uniatismo y el catolicismo occidental por toda Rusia y acabar con la ortodoxia, al tiempo que esclavizaban a la nación rusa.
Cuando el impostor arribó a Moscú y se instaló en Tushino, el Patriarca Hermógenes envió dos epístolas a los traidores rusos. En una de ellas escribió: “Habéis olvidado los votos de nuestra fe ortodoxa, en la que nacemos, somos bautizados, alimentados y criados. Habéis violado el ósculo de la cruz y vuestro juramento de defender hasta la muerte la casa de la Santísima Theotokos y el reino de Moscú, pero os habéis dejado engañar por vuestro falso aspirante a zarévich... Duele mi alma, mi corazón está enfermo, todo dentro de mí agoniza y todo mi cuerpo se estremece; lloro y con sollozos me lamento: Tened piedad, tened piedad, hermanos e hijos, de vuestras propias almas y de vuestros padres difuntos y vivos... Considerad, cómo nuestra nación es devastada y saqueada por extranjeros, que injurian los santos iconos e iglesias, y cómo se derrama sangre inocente, clamando a Dios. ¡Pensad! ¿Contra quién tomáis las armas? ¿No es contra Dios, Quien os ha creado? ¿No es contra vuestros propios hermanos? ¿No devastáis vuestro propio país?... Os conjuro en nombre de Dios, abandonad vuestra empresa, todavía hay tiempo, para que no perezcáis al final”. En el segundo documento el Santo apela: “Por amor a Dios, volved en vuestras cabales y volveos, alegrad a vuestros padres, a vuestras esposas e hijos; y nos ponemos de pie para orar a Dios por vosotros”.
Pronto el justo juicio de Dios cayó sobre el malhechor de Tushino: fue asesinado por sus propios colaboradores el 11 de diciembre de 1610. Pero Moscú permanecía en peligro, ya que los polacos y los traidores, leales a Segismundo III, merodeaban la ciudad. Los documentos enviados por el patriarca Hermógenes a todas las ciudades y pueblos exhortaban a la nación rusa a liberar Moscú de los enemigos y elegir un zar ruso legítimo.
Los moscovitas se rebelaron y los polacos quemaron la ciudad, recluyéndose en el Kremlin. Junto con los traidores rusos, arrebataron por fuerza al Santo Patriarca Hermógenes del trono patriarcal y lo encarcelaron en el Monasterio de Chudov (ru. Чудов монастырь).
En el Lunes Brillante del año 1611, la milicia rusa se avecinó a Moscú y comenzó el asedio del Kremlin, que persistió durante varios meses. Los polacos, sitiados en el Kremlin, enviaban con frecuencia mensajeros al Patriarca exigiéndolo que ordenara a la milicia rusa que abandonara la ciudad, amenazándolo con la ejecución si se negaba.
El Santo respondió con firmeza: “¿Qué amenazas me hacéis? Sólo temo a Dios. Si todos nuestros enemigos abandonan Moscú, bendeciré a la milicia rusa para que se retire de Moscú; pero si vosotros permanecéis aquí, bendeciré a todos para que se opongan a vosotros y mueran por la fe ortodoxa”.
Preso, el Hieromártir Hermógenes envió una última epístola a la nación rusa, bendiciendo al ejército liberador para luchar contra los invasores. Los comandantes rusos no pudieron llegar a un acuerdo sobre la manera de tomar el Kremlin y liberar al Patriarca. Languideció más de nueve meses en un terrible confinamiento y el día 17 del mes de febrero del año 1612 durmió en el Señor como mártir por causa de inanición.
La liberación de Rusia, por la que luchó san Hermógenes con tan indestructible valor, rindió fruto. El cuerpo del Hieromártir Hermógenes fue enterrado en el Monasterio de Chudov, pero en el año 1654 fue trasladado a la catedral de la Dormición de Moscú. La glorificación del Patriarca Hermógenes como Santo de Cristo tuvo lugar el día 12 del mes de mayo del año 1913.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2025). Hieromartyr Hermogenes, Patriarch of Moscow, Wonderworker of All Russia. New York, Estados Unidos: OCA.
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