conmemorado el 16 de julio.
El Hieromártir Atenógenes y sus Diez Discípulos sufrieron por Cristo durante la persecución de los cristianos en la ciudad de Sebaste en Capadocia. El gobernador Filómaco organizó una gran fiesta en honor de los dioses paganos y convocó a los ciudadanos de Sebaste a ofrecer sacrificios a los ídolos. La mayoría de los habitantes de Sebaste eran cristianos y se negaron a participar en la impía celebración. A los soldados se los ordenó asesinar a quienes opusieran resistencia. Muchos cristianos recibieron la corona del martirio.
El gobernador se dio cuenta de que el cristianismo se estaba extendiendo a través de la agraciada predicación del Santo Obispo Atenógenes. Se ordenó a los soldados que encontraran al Anciano y lo aprehendieran. El Obispo Atenógenes y diez de sus discípulos vivían en un pequeño Monasterio no lejos de la ciudad. Los soldados no hallaron allí al obispo, por lo que arrestaron a sus discípulos. El gobernador ordenó que los ataran con cadenas y los aprisionaran.
San Atenógenes fue arrestado cuando viajó a Sebaste para informar al juez que los encarcelados eran inocentes. En su cautividad, san Atenógenes animó a sus hijos espirituales en su inminente lucha. Conducidos a juicio, todos los Santos Mártires se confesaron cristianos y se negaron a ofrecer sacrificios a los ídolos.
Después de sufrir feroces tormentos, los discípulos del Santo Obispo fueron decapitados. Después de la ejecución de los discípulos, los verdugos recibieron la orden de torturar al Santo Obispo. Fortalecido por el Señor, san Atenógenes sufrió dignamente el tormento. Su sola petición, ser ejecutado en el Monasterio.
Llevado a su propio Monasterio, el Santo dio gracias a Dios y se alegró de los sufrimientos que había sufrido por Él. San Atenógenes pidió que el Señor perdonara los pecados de todos aquellos que se acordaran tanto de él como de sus discípulos.
El Señor concedió al Santo escuchar Su Voz antes de morir, anunciando la promesa hecha al ladrón arrepentido: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”. El Hieromártir Atenógenes voluntariamente inclinó su cuello bajo la espada.
REFERENCIAS
Orthodox Church in America. (2024). Hieromartyr Athenogenes, Bishop of Heracleopolis and His Ten Disciples. New York, Estados Unidos: OCA.
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