conmemorada el viernes 03 de mayo de 2024.
El Gran Viernes Santo (en gr. Megáli Paraskeví), nuestro Señor Cristo Jesús es enviado cautivo de Caifás al entonces gobernador de Judea, Poncio Pilato. Éste, habiéndole interrogado de muchas maneras, y habiendo confesado dos veces que Jesús era inocente, entonces, para agradar a los judíos, lo condenó a muerte.
Después de haber mandado azotar como a un esclavo fugitivo, al Señor de todos, lo entregó para ser crucificado. A partir de entonces, Jesús, después de ser entregado a los soldados, es desnudado, Le ponen una capa roja, Le colocan en la cabeza una corona de espinas, Le hacen sostener una caña como cetro, Le reverencian riéndose de Él, Le escupen y Le abofetean y Le dan golpes en la cabeza.
Después, poniéndose de nuevo su ropa y cargando la Cruz, se dirige hacia el Gólgota, “que significa Lugar de la Calavera): el lugar de la condenación. Y allí, alrededor de la tercera hora del día (nueve de la mañana), es crucificado entre los dos ladrones, es insultado por los que habían ido al Gólgota junto a Él, es condenado y ridiculizado por los principales sacerdotes y los soldados le ofrecen vino mezclado con hiel. Alrededor de la hora nona (las tres de la tarde), tras decir con alta voz: “Está hecho”, expira “el cordero de Dios, el liberador de los pecados del mundo”.
Era la hora en la cual degollaban, según la ley, el cordero pascual, que se estableció como una costumbre para los judíos, siendo prefiguración del Cristo Crucificado, 1043 años antes.
Los romanos planearon romper las piernas de Jesús, que era un método doloroso de acelerar la muerte durante la crucifixión de los condenados. Pero al llegar ante Jesús, como Lo vieron ya muerto, no quebraron sus piernas, sino que uno de los soldados atravesó su costado con una lanza y al instante manó sangre y agua.
Finalmente, al atardecer, José de Arimatea, “discípulo de Jesús, aunque secreto por miedo a los judíos” (Jn 19:38), y Nicodemo con él, y los dos discípulos ocultos de Jesús, bajaron el cuerpo del Maestro de la Cruz, lo perfumaron, lo envolvieron con una sábana limpia y luego lo llevaron a un sepulcro nuevo, colocando una gran piedra en su entrada.
Éstos terribles y salvíficos sufrimientos de nuestro Señor Jesús Cristo son conmemorados en éste día, y es en memoria de ellos, y por orden apostólica, que realizamos el ayuno de viernes.
REFERENCIAS
La Ortodoxia es la Verdad. (2023). Gran Viernes Santo: La Santa Pasión del Señor. Atenas, Grecia: https://laortodoxiaeslaverdad.blogspot.com
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