3° MIÉRCOLES DE LA SANTA Y GRAN CUARESMA.
[Génesis 7:6-9]
6 Noé contaba seiscientos años cuando acaeció el diluvio, las aguas, sobre la tierra. 7 Noé entró en el arca, y con sus hijos, su mujer y las mujeres de sus hijos, para salvarse de las aguas del diluvio. 8 De los animales puros, y de los animales que no son puros, y de las aves, y de todo lo que serpea por el suelo, 9 sendas parejas de cada especie entraron con Noé en el arca, machos y hembras, como había mandado Dios a Noé.
[Proverbios 9:12-18]
Hijo mío: 12 Si te haces sabio, te haces para tu provecho, y si arrogante, tú solo lo tendrás que pagar. El hijo educado será sabio, y tomará al insensato por siervo. Él que se inclina hacia la mentira, éste pastoreará aires y perseguirá las aves voladoras. Porque se alejó del camino de su campo y erró en labrarlo; mas anda en un desierto sin agua y entrará en tierra que se prolongó su sequedad, pues con sus manos juntará escasos de sus frutos) 13 La mujer necia es alborotada, todo simpleza, no sabe nada. (Está con necesidad de pan y no conoce la vergüenza) 14 Se sienta a la puerta de su casa, sobre un trono, en las colinas de la ciudad, 15 Para llamar a los que pasan por el camino, a los que van derechos por sus sendas; 16 ”Si alguno es simple, véngase acá” y al falto de juicio le dice: 17 “Son dulces las aguas robadas y el pan a escondidas es sabroso”. 18 No sabe el hombre que allí moran las sombras; sus invitados van a los valles del Seol. Pero, tú, hijo mío, aléjate de ella y no dejes que tus ojos la miren, así evitarás beber aguas extrañas y pasar un río extranjero. Aléjate de las aguas extrañas y no bebas de una fuente que no es la tuya; Vivirás pues largos días y se aumentarán los años de tu vida.